La naranja mecánica

 La perfecta historia de Anthony Burgess llevada a la gran pantalla por Stanley Kubrick nos deja ver claro cómo la humanidad es tenebrosa.

Sinopsis con spoilers:

Vamos siguiendo la historia de Alex DeLarge (un gran fanático de Beethoven), quien es el líder de un grupo de adolescentes criminales en Inglaterra que se dedican a violar, matar, golpear y robarle a las personas por nada más y nada menos que un rato de diversión, sumergidos toda la noche en estupefacientes, vemos su libertad violenta y despreocupada, hasta que sus secuaces, hartos de la violencia aplicada de su líder, inclusive con ellos, le juegan una traición que le va a costar la libertad a nuestro protagonista.

Pasados los meses del encierro del mismo, se escuchan rumores sobre un nuevo proyecto por parte del gobierno que supone transformar las vidas de los delincuentes, transformándolos en seres buenos, capaces de distinguir el bien del mal, así que Alex, decide pedirle al sacerdote de la prisión que lo recomiendo, puesto que dice querer estar listo para probar de nuevo la maravillosa libertad.

Una vez dentro del programa del gobierno, se da cuenta de las atrocidades planeadas, cosas tan malas como las que él era capaz de cometer por un poco de diversión. Vemos como cada día que pasa, van quebrando el espíritu de Alex, quien ya ni siquiera soporta escuchar a Beethoven, puesto que habían ultrajado su mente con sus melodías, va perdiendo la consciencia al convertirse en un hombre incapaz de pensar por sí mismo, incapaz de vivir la vida de manera normal, siendo incapaz de volver a tener relaciones sexuales, y siendo incapaz de defenderse. Poco a poco transformándose en una naranja mecánica.